domingo, 25 de octubre de 2009

EL ULTIMO BAILE: "La comedia en que Montserrat Prats salta a la pantalla grande"


Será la chica más popular de su escuela. La que se enamora de un joven del colegio rival en El último baile, la comedia romántica con que Montserrat Prats debutará en el cine bajo la dirección de Sebastián Badilla (ambos en la foto), de apenas 18 años,  pero que ya se ha abierto campo en el género audiovisual.

En la historia, la protagonista de ¿Dónde está Elisa? será Sofía, una joven que, en medio de una competencia de baile Tecktonic (electro pop) entre colegios, engancha con un nerd. "Se trata de dos colegios, el de los ricos y de los pobres, que compiten en baile", adelanta Sebastián Badilla, quien también coprotagonizará el filme. Y agrega: "Gracias a esta competencia, el personaje que hago conoce a Sofía y comienza la comedia romántica".

Badilla comenta que convocó a Prats en el verano, mientras rodaban el cortometraje Repitente 2 y que entonces no se imaginaba el éxito que  alcanzaría ella con su personaje en la teleserie de TVN: "En este momento ella es un ícono juvenil, como Lindsay Lohan y Hillary Duff en EE.UU.".

Prats, en tanto, cuenta que aceptó el papel por la posibilidad de poder trabajar en una película, "porque para mí todo lo que sea actuar es rico".  En El último baile también participan Katyna HubermanFelipe Avello y Christián Sevé (Sebastián, en ¿Dónde está Elisa?). Con este último, dice Prats, "vamos a hacer de nuevo pareja: somos pololos en la teleserie (Los ángeles de Estela) y ahora en el cine".

El otro debut, aunque en un breve rol, será el de Pablo Illanes. El guionista dice que "siempre he tenido reticencia a actuar, pero me voy a dejar llevar por las locuras de Badilla. Empiezo a entrenar el 2 de noviembre y la Paty (López) va a ser mi entrenadora actoral"

lunes, 12 de octubre de 2009

En 5 días cumplo 18 y me siento viejo.


El 18 de octubre es mi cumpleaños y si, tengo miedo porque estoy envejeciendo. Claramente ya no soy el niño gordito que corría por los jardines de mi casa o el que lloraba cuando se rompía uno de sus juguetes. Cada día me salen mas pelos (a pesar de ser lampiño como un chihuahua) y mi cara de niño desaparece rápidamente. Se vienen mis 18. Luego los 28, los 38, los 68, los 88 y chao, pa la casa. Debo confesar que mis crisis existenciales están comenzando.

Por Sebastián Badilla.